viernes, 7 de enero de 2011


Pareciera que todos son dueños de sus vidas. En cambio son pocos los que son verdaderamente dueños de sus propias vidas.

Y ésta es la causa de muchas tristezas, depresiones, descontentos, ansiedades y angustias.

Tenemos la impresión de que no llevamos las riendas de nuestra propia existencia. Y eso no nos gusta. Sentimos que nuestra vida está en otras manos y que no la dirigimos como verdaderos dueños.
Aduéñate de tu vida. Es tan importante y consolador que bien merece el esfuerzo.
Si esperas que los demás decidan por ti.
Si culpas a otros por tus errores y desgracias.
Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo.
NECESITAS URGENTEMENTE ADUEÑARTE DE TU VIDA.
Cuanto más dueños nos sentimos de nuestra propia vida, menos necesitamos imponer, dirigir y controlar a los demás.
Un maestro de la antigüedad ya escribía hace cientos de años:
“Si yo no me pertenezco a mi mismo, entonces ¿ quién puede pertenecerme? Y si soy únicamente para mí mismo, entonces ¿qué soy?”. Y si todo esto no lo hago ahora, ¿cuándo?
Muchos piensan que sintiéndose pobres, sumisos, débiles, humildes...los demás los amarán más y aceptarán mejor.
Muchos piensan que sintiendo y pensando como los demás son mejor aceptados por ellos.
Muchos piensan que  siendo dueños de sus vidas con verdadera libertad  interior se sentirán aislados y nadie los ayudará, olvidando que cuanto más dueños somos de nuestras vidas más damos y mas recibimos.
Muchos piensan que hacen un gran favor y obsequio estimable al otro, cuando dicen: “Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada”. Si es así, el único que vale es el otro. Ellos sólo le ofrecen  lo que son: nada.
ADUEÑATE DE TU VIDA. Empieza a pensar por ti, a sentir por ti, a decidir por ti y asumir las consecuencias de todos tus actos.
Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya.


No hay comentarios:

Publicar un comentario