lunes, 25 de abril de 2011

Nunca sabes cuanto quieres a una persona hasta que la pierdes. Es entonces cuando te das cuenta de todo lo que has vivido, de cuanto te has divertido, y de lo que desearías que aquel día jamás hubiese terminado. Todos tus sueños se desvanecen. Todas tus ilusiones, los planes que tenías se desmoronan y se reducen a la nada. Te sientes vacía, y miras a tú alrededor y ves que ya nada te importa, porque aquello que más querías, lo que más deseabas en el mundo, esa persona tan importante en tu vida y sin la que te sientes incapaz de vivir se ha marchado. Pero, realizando un enorme esfuerzo consigues levantarte y alzas la mirada e intentando no dirigirla al suelo te secas las lágrimas y tratas de olvidarlo todo: No existe el pasado, ni el futuro, solo el presente y vas a luchar por vivirlo lo mejor que puedas, por mucho que cueste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario